Tu salud es importante, tanto como lo son el trabajo o la escuela. Sin embargo, a veces podemos dejarla de lado y por ahorrar tiempo terminamos comiendo cosas que no nos hacen mucho bien, comenzamos a tener un estilo de vida más sedentario, etc.
Vivir una vida plena y sana no es complicado y tampoco requiere de todo el tiempo del mundo, ¡puedes comenzar con estos consejos para hacer el cambio!
Come más verduras, menos azúcar y porciones más pequeñas
“Una manzana al día mantiene el doctor a la lejanía”, es un dicho antiguo, pero sigue siendo cierto. Si los alimentos procesados son básicos en tu dieta, comienza poco a poco reemplazando al menos una porción al día con una porción de alimentos integrales, como frutas, verduras y granos enteros.
El consumo excesivo de azúcar también es un gran problema, especialmente porque está oculto en alimentos que no esperarías (¿sabías que la catsup y algunos condimentos salados contienen azúcar?)
Hay varias maneras de reducir el azúcar, incluyendo reemplazar los refrescos y jugos de frutas artificiales con agua o azúcar con fuentes naturales como la fruta, comer proteínas para el desayuno en lugar de cereales azucarados para el desayuno y reducir los postres y dulces procesados.
También puedes reducir tu consumo de azúcar cocinando más en casa. Esto ayudará con el control de las porciones porque podrás controlar lo que entra en tu comida y la cantidad que pones en tu plato.
Haz ejercicio regularmente
Una de las mejores maneras de mantenerse en forma a partir de los 20 años es hacer ejercicios con pesas como correr y entrenar la fuerza que pueden fortalecer los músculos espinales y aumentar la densidad ósea.
De acuerdo con los expertos, los adultos deben realizar al menos dos días a la semana actividades de fortalecimiento muscular de intensidad moderada o alta.
Si no tienes tiempo para ir al gimnasio, dedícate a 30 minutos de entrenamiento de fuerza en casa un par de veces a la semana. Todo lo que necesitas es una banda de resistencia, un conjunto de pesas, o incluso su propio peso corporal, para desarrollar músculo y prevenir la pérdida ósea.
Encuentra un buen médico
Desafortunadamente, muchas personas no visitan a un médico hasta que algo anda mal. Sin embargo, la atención preventiva es una parte importante para mantenerse saludable.
Si no tienes un médico, puedes buscar en línea, investiga un poco y encuentra un médico localmente. Comienza por encontrar un médico de atención primaria o un médico de familia y luego busca atención especializada, como un obstetra-ginecólogo, dermatólogo o urólogo.
No es imposible tener una buena alimentación y tener tiempo para cumplir con nuestras obligaciones. Y lo más importante: siempre hay tiempo para cuidar de nuestra salud, ¡No lo olvides!